Heredado

Argentina es bien consciente de que su odio por Inglaterra es heredado de España, que fue él el que desde el primer momento le enseñó a canalizar toda su furia y su frustración en el "pirata cejudo". Aunque poco importa en realidad, ya que probablemente hubiera acabado por odiarlo por sí mismo con el tiempo, sin necesidad de mamá Antonio y sus advertencias. No se olvida nunca que, apenas entrado en la pubertad, el pirata invadió sus regiones vitales en dos ocasiones; mucho antes de que incluso Francia consiguiera ponerle un solo dedo encima. Además está el hecho de que le arrebató las Malvinas por la fuerza y se sigue negando a devolverlas.

Argentina y España se confabulan para fastidiarlo en la próxima conferencia mundial en Holanda, todo idea del argentino por supuesto. De poco sirve que Romano y Chile les pidan que bajen el cartel antes de que Inglaterra lo vea y les declare guerra, no lo descuelgan. Las naciones entran una a una y observan la pancarta con curiosidad mientras se acomodan en sus asientos y comienzan a sacar documentos de sus portafolios.

- ¿Por qué no podí dejar a Arthy tranquilo weón?- le reclama su vecino- A mí también España me enseñó que había que odiarlo, pero en realidad no es mala persona.

Martín no tiene tiempo de responder porque Inglaterra entra a la sala de conferencias, y la mirada estupefacta y luego de odio que le dirige inmediatamente a él no tiene precio. Le hace sentirse muy satisfecho, una pequeña venganza tocando un tema en el que sabe que toda la ONU está de su parte.

"¡GIBRALTAR ESPAÑOL Y MALVINAS ARGENTINAS, COÑO CARAJO!", reza orgullosamente el cartel sobre su cabeza, con pequeños corazoncitos coloreados de rojo y amarillo o celeste y blanco todo alrededor.



Argentina ha heredado de España todo el odio que siente hacia Inglaterra. Pero cuando durante la pausa para comer Arthur lo arrincona en un pasillo, le advierte que no se meta con él y lo amenaza; no puede evitar pensar que también heredó todo el odio que Inglaterra solía sentir por España.